
El camino del té hacia la Argentina
Sep 08, 2023Hablemos de cómo llegó el té a la Argentina, una historia que se arraigó en la provincia de Misiones. Este apreciado brebaje tiene sus raíces en tierras lejanas y se ha convertido en una tradición que perdura hasta el día de hoy.
La historia del té se remonta a la antigua China, alrededor del año 2737 a.C., cuando el emperador Shen-Nung, por razones de seguridad e higiene, comenzó a hervir agua antes de beberla. La leyenda cuenta que un día, mientras descansaba bajo un árbol de té silvestre (Camellia Sinensis), algunas hojas cayeron accidentalmente en su agua hirviendo, dando origen a esta milenaria y deliciosa infusión.
Con el tiempo, la costumbre de beber té se extendió a Japón a través de monjes budistas que estudiaban en China. Estos monjes encontraron en el té una forma de mantenerse despiertos y meditar, lo que condujo a la creación de la tradicional ceremonia japonesa del té, conocida como Chanoyu, un ritual cargado de espiritualidad.
La introducción del té en Argentina tuvo lugar en Tres Capones, en la provincia de Misiones. Fueron los Jesuitas Misioneros, que se establecieron en China, quienes desempeñaron un papel crucial en la difusión de la preparación y la cultura del té hacia Occidente. Este proceso de expansión del té tuvo lugar entre los siglos XVII y XIX, cuando, hasta ese momento, solo China y Japón eran los principales productores de esta planta.
Europa también comenzó a producir té comercialmente en sus colonias de India y Ceilán. La llegada del té a Inglaterra tuvo lugar en el siglo XVII, cuando el rey Carlos II se casó con la princesa portuguesa Catalina de Braganza. La reina Catalina tenía un fuerte gusto por el té, lo que llevó a que esta infusión se convirtiera en la bebida característica de la realeza. Inglaterra importaba té desde la India en esa época, y para el siglo XVIII, el té superó a la cerveza y la ginebra como la bebida más popular en el país.
En el caso de Argentina, la llegada del té se produjo en 1923, cuando el sacerdote ucraniano Tijón Hnatiuk desembarcó en la provincia de Misiones, específicamente en Colonia Tres Capones. Hnatiuk trajo consigo un paquete de semillas de Camellia Sinensis como regalo para su familia. Fue su hermano, Wladimiro Hnatiuk, quien plantó la primera planta de té en el suelo rojo de Misiones y comenzó a producir té por primera vez en territorio nacional. En 1932, Wladimiro recibió el reconocimiento del Ministerio de Agricultura de la provincia a través de un diploma de honor.
Hoy en día, el té es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua, y Misiones se destaca como la región productora de té más austral del planeta, siendo la cuna del té en Argentina.
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